DOMINGO:

¡Qué lastima no llevarte en la piel!
¡Qué increíble descubrir tus aromas vagabundeando mi aura!

LUNES:
Tu sólo recuerdo me penetra el alma
y ésta es…
la mayor posesión de un hombre
sobre quien lo ama.
Tu mirada me ciega, me desnuda,
me nubla el pensamiento y me avasalla
tanto…
que ha punto he estado
de entregarte el timonel de ésta,
mi barca

MARTES:
Mi silencio será el más bello poema
Cuando por fin se imponga tu presencia.

LÁSTIMA QUE TODAVÍA CREAN ALGUNOS QUE EL AMOR ES ESTO ...

La vida entera por tus zonas escondidas
el color por la oscuridad de tus caricias
los sonidos de Mozart por una tímida sonrisa
y hasta el futuro por esa boca en esta boca mía.

Daría por tu amor cada minuto sin alguna rebeldía
Mi alegría por un segundo en tu amable compañía
Y sin dudar daría … el alma mía
por un “te amo” aunque fuera de mentira

Recorriendo los senderos de tu piel sin rumbo fijo

como perdida en la inmensidad del bosque en la mañana

permanentemente acariciada por el ciclón de tus manos

y humedecida en la lluvia de tus interminables besos

Hoy como ayer parte de tu universo como átomo incosciente

simplemente viviendo el vaivén de las explosiones atómicas

hoy como siempre sin preguntas ni respuestas ni mañanas

simplemente recostada en la suavidad de la existencia misma

Redisfrutando amaneceres y reobservando soles fluorescentes

como arcoiris absorventes de la luz de veleidades sin sentido

Redimensionando los sentidos en cada montículo de tu cuerpo

explorador desprevenido y escultor de sensaciones sorprendentes

A veces se me vuelve tu rostro
sonriéndome en el rostro de otra gente
que sólo me parece el continente manso
de tu mutante alma que me busca siempre.

A menudo me vienen los recuerdos, tanto …

Que no sé si el presente es
un sueño orillando a pesadilla
o el real dolor de volver a estar
creyéndome abrazada de tu cuerpo.

Tantas veces me pierdo en tu presencia, tanto …

Que no sé medir los tiempos
y me envuelvo en tu mirada
con la mía y las otras,
se me escapan en la niebla.

29-ene-89

Como la lluvia llegaste
dejando en mi arena tu humedad,
gota a gota se esfumó tu ternura,
mi geografía recorriste con frescura.

Como la llovizna acariciaste
mi cuerpo, más fuiste solo estanque
que el sol hizo vapor y
el recuerdo transformó en poesía.

La arenisca echó de menos
tu presencia, creyéndote mar;
amanecí creciendo, aún con ansiedad
viajando con la brisa, hasta la realidad.

La esperanza se tornó color dorado
el oasis ya no fue espejismo
y supe que no volvería a desear
el pobre río, ante el océano sin par.

Como la lluvia llegaste,
despertando mi letargo, con tu caudal;
gota a gota se esfumó tu angostura,
mi deseo aprendió, a tomarse del viento

… y a volar.