Te siento temblar con la humedad de mi lengua
Desenfrenada, lamiendo tu terreno clandestino
No puedo evitar deleitarme en la complacencia
de verte rendido ante mis obscenos embelesos.
Te sometes como guerrero exánime y glorioso
ante tu ansiada invasión y su ilusión conspicua
mientras mi secreto delirio rebrota presumido
y hace de tu triunfo; rendición , placer y olvido.