Tus manos…
Recorriendo la piel en carne vida
Como sutil caricia de emanación divina
Estridente volcán sobre la cuenca mía.
Tu boca…
Humedeciendo las células dormidas
Regocijando humores ya casi en agonía
Como arrollador origen de pasión vencida
Exuberante río sobre la vehemencia mía.