viernes, 9 de octubre de 2009

DE UN LOCO

Yo sé de lo muros verdaderos
y de los cercos ahora abiertos,
no son estas ventanas transparentes
ni las puertas de este cuenco de cimientos.

¿No son ustedes más presos que mi cuerpo
y más confusos que mis sueños en concierto?
¿No son más ciegos que mis pupilas blancas
ustedes que no ven liláceos castillos en el cielo?

Si lo real lo decide la experiencia,
quién me dirá que no hay gigantes renos,
que no son gritos los murmullos que respiro
cuando acaricio melodías en caracolas de neón.

Yo sé que no es visión este tumulto
real, multicolor, pero indefenso;
yo entiendo a sus culebras y a sus abejas reinas,
y siempre me estremece su acorde turbulento.

¿Quién puede aseverar con la existencia
que no soy una burbuja en universo,
si soy más libre entre mis serpentinas
que el propio juez liado a sus esteros?