jueves, 13 de septiembre de 2012


El agua me recorre cada recoveco oculto de tu cuerpo
Me acaricia las entrañas como tus manos en el viento
Me hidrata la piel en cada valle y cada natural collado
Me penetra y me hace suya cual tu cuerpo apasionado
Y mientras más me sumerjo en tus perennes recuerdos
Más desborda el gran caudal de mis intrépidos deseos
Y va a morir en el cauce expectante de tu mar sereno
Y se vuelve sosiego y color, silencio y aroma de viñedo