sábado, 1 de septiembre de 2012

TE QUEDAS EN MÍ


Llevo tu aroma como alucinógeno inhalado en cada bocanada de aire que respiro
Como si no hubiera otra forma de albergarse que coexistir inevitable en tu resuello
La sangre me bulle como lava enardecida dentro de las venas ardientes sin olvidos
conduce el calor desde las plantas a las terminales nerviosas y los poros encendidos
Cada porción de mí te lleva dentro sin distinguir el preludio de tu piel y mis latidos
Doblegando mi epidermis, mi interior y mis ideas de modo apremiante y consentido
Te quedas en mí sin que pueda evitarlo, ni rehuirlo, ni gradualmente vislumbrarlo
Te quedas en mí y me siento más yo que nunca, más libre, en paz, sin sobresaltos