jueves, 7 de octubre de 2010

Hoy revisé las fotos guardadas en el directorio de la laptop, en esta era tecnológica en que las impresiones han dejado de estar de moda, o en que el cuidado ecológico dicta que es más importante conservar el medio ambiente y proteger a los bosques de la devastación que implica producir cantidades indescriptibles de papel fotográfico. ¡Pero qué importan las impresiones!, si cada uno de los segundos ahí guardados está grabado en el alma, estampado en la memoria, humedeciendo mis ojos y estallando en mi mente; todos los días desde entonces, cada minuto desde siempre y en cada aliento del futuro soñado.

La vida se detuvo desde entonces sin planearlo
de la obra infantil se perdió sin remedio el escenario
se enmudecieron los actores a fuerza de distancias.
se cambiaron destinos con las nuevas circunstancias.

Y guardé esta amistad, el enorme cariño y la emoción
en una recóndita porción del herido y abierto corazón
con la esperanza de abrirla en un futuro con pasión
y cruzar las pupilas sorprendidas de tanta devoción.

Al ocaso de los días regresé al retoño aún entrañable
a la tierra de mi padre que es mi herencia inevitable
a los patios de la escuela, a las casas de los juegos
a sus vidas, a la mía y a historia sureña del abuelo.

Gracias por tantos abrazos recibidos sin cansancios
en los años acopiados para ustedes muy despacio
y en el cuerpo contenidos como presos sin aliento
añorando fugitivos no morir ni dañarse en el intento.

Gracias por todos los recuerdos infantiles rescatados
los recreos repetidos en sus risas alegres estallando
las canciones de inocencia en sus voces tarareadas
y el calor de sus presencias en la luz de sus miradas.

Gracias por el tiempo, el cariño, el abrazo, la palabra
la comida, la bebida, el café, la sonrisa, la esperanza
su recuerdo, bienvenida, nuestro espacio, la confianza
la emoción, el comentario, y el suspiro de las auras.

Gracias … :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
::::::::::::::… amigas, simplemente gracias.