miércoles, 15 de febrero de 2017


En tus brazos no hay,  infortunios ni temores
Ni en tu boca sed de embriagantes emociones
En tu cuerpo no hay desiertos, ni opresiones
Ni en tus retinas hay oscuridades ni ficciones.
Nada más certero que en tu morada  arroparme
Y en tus húmedos besos de pasión atiborrarme
Nada más eterno que en tu piel emanciparme
Y  en tus ojos verlo todo sin temor a reflejarme.
Apriétame en tu pecho hasta que me abrigues
Y procúrame en tus labios manantiales también
Permíteme ser libre meciéndome en  tu piel
Y enséñame a mí misma en tu mirada de miel.