Recorrí la inercia de los segundos muriendo sin remedio
como respiración inconsciente y caminata sin sentido,
no entendí en cada uno de sus tramos la forma en que mi cuerpo
diseminó un pedazo del alma entre sus cansados e inseguros pasos.
¿Será que la vida se compone de pequeños espacios de consciencia
que sólo se alcanzan pagando como precio una dosis de obscuridad?
¿Será que sólo se vive una parte de los momentos de los tiempos
como si fuera requisito de amar descubrir el propio corazón vacío?