Los colibrís hicieron su habitual labor y recorrieron otra vez las flores
Regalando en sus picos la existencia… Entonces te quise grácil y sutil
El verano cayó sobre el asfalto y agrietó la dermis de mi vital ciudad
Envejeciendo los lujosos bulevares… Así te quise exuberante y febril
La lluvia corrió entre los cultivos y pastizales y encharcó los
arrozales
Revelando los brotes petulantes… Volví a quererte dispuesta y gentil
La hojarasca dorada lo recubrió todo y crujió con nostalgia renovada
Desorientando mi rumbo primo… Te quise igual olvidando el devenir
Otra vez llegó el gélido amanecer y liberó del gris sueño al torbellino
Calándome los huesos… Así te quise inmóvil y volviendo a consentir
Tú fuiste carámbano, cráter, big bang, agujero negro, fruta y sequía
Detrás de tu antojo veleidoso… Te quise entonces y te amo todavía.
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